Este lunes 13 de octubre se celebra el Día Mundial de los Fertilizantes, una fecha que conmemora el proceso Haber-Bosch, la innovación científica que permitió fijar el nitrógeno del aire para producir fertilizantes minerales a gran escala. Gracias a este avance, millones de personas pueden acceder hoy en día a alimentos abundantes y a precios mucho más bajos que si la agricultura dependiera únicamente de fuentes orgánicas.
La Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes (ANFFE), que representa a los principales productores que operan en España, recuerda en este día que los fertilizantes son indispensables, no sólo para producir más, sino también para mantener el precio de los alimentos al alcance de los consumidores.
La mitad de los alimentos del mundo dependen de los fertilizantes. Se calcula que cerca del 50% de los alimentos que hoy consumimos no existirían sin la fertilización mineral. Si los agricultores no pudieran contar con estos insumos, serían necesarias millones de hectáreas adicionales de tierra cultivable, lo que no sólo encarecería los alimentos, sino que también tendría un fuerte impacto ambiental, por la deforestación y la pérdida de biodiversidad.
Por su parte, la industria europea de fertilizantes está comprometida de manera activa con la descarbonización, la innovación y la reducción de la huella ambiental de sus productos, apostando por soluciones más eficientes y sostenibles para el futuro del sector agroalimentario.
ANFFE subraya en este Día Mundial que los fertilizantes no sólo alimentan al planeta, sino que también garantizan que los alimentos sean accesibles y asequibles para toda la población.